La Cripta Jesuítica: una historia bajo tierra
Un descubrimiento inesperado de una historia enterrada
En el año 1989 trabajadores realizaban un tendido de cable telefónico en la esquina de Av. Colón y Rivera Indarte, de repente descubren la parte superior de una edificación, la Cripta Jesuítica del Antiguo Noviciado.
Su historia comienza en el siglo XVII, en el año 1698 Ignacio Mujica decide ingresar a la orden de los jesuitas, su hermano Francisco lo haría unos años después, ambos eran dueños de la propiedad que decidieron donar a la orden, luego de algunas refacciones, que incluyeron la construcción de la cripta, comenzó a funcionar el noviciado.
Originalmente se pretendía construir una iglesia, enviaron a Roma una carta sobre la ejecución convencidos de contar con el apoyo del Padre General Miguel A. Tamburini, antes las comunicaciones demoraban ya que sus mensajeros viajaban en barcos, pero mientras llegaba la respuesta fueron avanzando con la construcción. Nos imaginamos que se llevaron una triste sorpresa cuando, luego de meses, recibieron la respuesta negativa y la obra quedó sin concluir.
En 1713 se encontraba terminada la obra de la actual Manzana Jesuítica, los novicios fueron trasladado allí y la cripta quedo como casa de oración y ejercicios espirituales. Francisco Mujica vivió allí hasta su muerte tiempo después.


La construcción era de argamasa, una mezcla de cal, arena y sabia de cactus, se dice que los bloques fueron acarreados por los comechingones desde las sierras.
Los jesuitas fueron expulsados de la colonia en el año 1767, en ese entonces el arquitecto Joaquín Martín hizo un detallado inventario del inmueble, aunque no se dejó claro los propósitos ni la función de la construcción. Por cuatro años quedó abandonado hasta que se lo entregaron a los padres Bethlemitas quienes la utilizaron como hospital.
En 1820 hubo una epidemia de cólera y la cripta se utilizo para enterrar los cuerpos luego de sumergirlos en una pileta con cal viva, hoy en día se observa un tono más oscuro de donde funcionaba «el pudridero» debido a la grasitud de los cuerpos.
En 1846 la propiedad pasa a manos privadas funcionando como sótano o bodega, también se piensa que funcionó un horno allí.
Se ensancha la calle Cólon dejando enterrada la cripta
En 1928, durante la intendencia de Emilio Olmos, se decidió ensanchar la calle Colón pero las bóvedas de la antigua cripta sobresalían, fu entonces que demolieron su techo la rellenaron de escombros.
Luego de descubrimiento de 1989, se comenzó una ardua tarea de recuperación arqueológica y arquitectónica.

Para visitarla
Cripta Jesuítica del Antiguo Noviciado
Ubicación: Av. Colón 100 (esq. Rivera Indarte).
Teléfono: 0351 4341228
Mail: criptajesuitica@gmail.com
Instagram: https://www.instagram.com/lacriptajesuitica/
Puede obtener información para visitar gratuitamente la Cripta Jesuítica en el siguiente enlace https://cultura.cordoba.gob.ar/espacio_cultural/cripta-jesuitica/
Autores
Iker G. González, Mathieu A. Grecco y Santino Tello Oviedo.
Cuarto grado «A», Escuela Maestro Manuel Oliva, 2023.